El sueño es algo que no solo está presente en nuestro día a día si no que, además, es una cuestión que ha suscitado mucho interés a lo largo de la historia en nuestra sociedad. Así, esta curiosidad se ha visto traducida a lo largo del tiempo en tratar de entender qué significa lo que soñamos, qué ocurre cuando dormimos o, incluso, dar respuesta a fenómenos más llamativos como el sonambulismo o la sensación de que nos caemos cuando estamos a punto de dormir. Añadido a lo anterior, también el interés por el sueño aparece especialmente en algunas situaciones, como puede ser la dificultad para mantener o conciliar el sueño. En este artículo exponemos a continuación algunas claves con el objetivo de favorecer el descanso.
¿Qué es el sueño?
El sueño, además de ser una función biológica fundamental, también es un estado, un comportamiento y, entre otras cosas, uno de los factores que contribuyen especialmente al bienestar de la persona.
A veces, se cree erróneamente que cuando dormimos no hay actividad en el cerebro, como si dormir se pudiera equiparar a que el cerebro deja de trabajar. Sin embargo, esto no es así ya que la actividad del cerebro va a pasar por diferentes fases durante el sueño. Algunas de estas serán de mayor actividad y otras donde será menor.
Preparar a nuestro cuerpo y mente para dormir.
Los seres humanos tenemos unos ritmos circadianos que actúan como un reloj interno. Estos ritmos circadianos pueden verse beneficiados o alterados con nuestros hábitos y las conductas que llevemos a cabo, por lo que debemos tratar de favorecerlos todo lo que podamos en nuestro día a día teniendo en cuenta nuestras circunstancias. Aquí exponemos 3 CLAVES para conseguirlo:
- Horarios de sueño constantes: imagina que escuchases una vez al día un sonido a una hora distinta, probablemente sabrías que va a sonar pero te costaría poder predecir cuándo, quizás por la mañana, por la tarde, hacia la noche… Sin embargo, si con frecuencia sonase a la misma hora tu cuerpo ya esperaría ese sonido y no se asustaría cuando lo escuchase, incluso unos minutos antes de esa hora ya esperaría oírlo. Esto es lo que ocurre con los horarios de sueño: si nos despertamos y nos acostamos en la cama a la misma hora, le estamos informando a nuestro organismo de cuándo va a hacer cada cosa. De este modo, su reloj interno se habituará y asociará estos momentos del día, por lo que, probablemente, unos minutos antes de irse a dormir ya empezará a tener sueño y unos minutos antes de iniciar su día ya comenzará a despertarse progresivamente.
- Ritual antes de dormir: escoge una actividad que sea agradable para ti y que genere emociones relacionadas con la calma, por ejemplo, una rutina con la que hidratar tu piel. De este modo, esta actividad favorecerá un estado de relajación y, además, tu cerebro la asociará a que pronto va a dormirse, por lo que será más fácil que integre esa información y se encuentre en un estado óptimo para conciliar el sueño.
- Favorece el entorno: cuidando el espacio donde vas a dormir y las conductas que llevas a cabo antes de iniciar el descanso. Esto incluye, entre otras, que tu espacio sea un sitio que para ti es agradable y no activar tu cerebro con alguna actividad muy estimulante, como podría ser jugar a videojuegos o aquellos dispositivos relacionados con el uso de pantallas. Evita estar expuesto a estas pantallas al menos entre 30 y 60 minutos antes de irte a dormir para aumentar la calidad y duración del sueño.
¿Qué ocurre durante el sueño?
Durante el sueño el cuerpo y el cerebro no se encuentran en un solo estado todo el tiempo, si no que ocurren 5 fases que presentan variaciones en nuestra actividad cerebral, fisiológica y muscular, entre otras. Lo que significa que, dependiendo de la fase en la que nos encontremos, podremos despertarnos con mayor o menor facilidad, ser o no conscientes del entorno o tener sueños con contenido emocional… por ejemplo.
Las 5 fases constituirán un ciclo y, durante el tiempo que la persona esté durmiendo, pasará por varios ciclos de sueño.
Sueño y problemas emocionales.
¿Sabías que entre un 20 y un 48% de la población española tiene problemas para iniciar y/o conciliar el sueño? Porcentaje que se ve aumentado en gran medida en población universitaria.
Los problemas de sueño pueden verse afectados por diferentes factores, algunos como los problemas emocionales entre los que se encuentran: problemas de ansiedad o situaciones de alto estrés. En estas circunstancias es clave contar con ayuda psicológica que no solo favorezca regular el sueño si no también poder aprender a gestionar y ajustar las emociones y situaciones que ahora puedan estar siendo más desbordantes.