Amar también es hacer sentir al otro amado

Amar también es hacer sentir al otro amado

    Primeros vínculos emocionales

    Los vínculos emocionales tienen una importancia imprescindible para nuestro desarrollo vital, vínculo que en Psicología recibe el nombre de apego. Este vínculo constituye ese lazo afectivo que busca nuestra supervivencia a través del otro. Tanto es así que somos la especie que más tiempo necesita del otro para poder adquirir autonomía y algunos hitos importantes como el caminar.

    Por lo que, desde antes de nacer no solo necesitamos unos cuidados físicos, como pueden ser la alimentación o la higiene, si no también unos cuidados emocionales que ya están presentes en el embarazo: por ejemplo, cuando la mamá o el papá acaricia la tripa y habla con el bebé.

    Cuando llegamos a la adultez es la pareja quien constituye uno de los vínculos más significativos y que buscamos para encontrar apoyo.

    Heridas emocionales sin sanar

    Estas caricias de la infancia de las que hablábamos en el embarazo van generando un mapita a ese bebé que más tarde podrá poner en marcha cuando sea adulto, también con su pareja.

    Existen diferentes tipos de caricias emocionales:

    • Caricias de contacto físico: por ejemplo, poner una mano sobre el hombro o dar un abrazo.
    • Caricias de acción: por ejemplo, cuando el otro está disponible para contar con él o que nos ayude a hacer algo.
    • Caricias con palabras: por ejemplo, cuando alguien nos dice que nos quiere o que somos importantes para él/ella.

    Estas caricias nutren emocionalmente y son fundamentales para un desarrollo adecuado. Sin embargo, según como sean estas caricias pueden generar también heridas emocionales cuando son dañinas y constituirán la base en nuestras relaciones con los demás y con uno mismo.

    La adolescencia es una etapa evolutiva en la que necesitamos, por parte de nuestros papás/mamás, menor contacto físico y mayor presencia de palabras o acciones que generen mayor confianza, seguridad y reafirmar nuestra evolución hacia la adultez, donde comenzaremos a vincularnos con la pareja.

    Lenguajes del amor

    Al igual que hay diferentes tipos de caricias, existen diferentes lenguajes del amor. Estos lenguajes del amor constituyen un cuidado y una forma de comunicación más elaborada en la que encontramos:  a través de palabras, pasando tiempo de calidad, con actos de servicio, los regalos significativos o el contacto físico.

    Pregunta para generar cambios en tu relación de pareja

    ¿De qué forma necesitas que te expresen amor?

    Como señalábamos con anterioridad, existen diferentes lenguajes del amor pero no todos tenemos el mismo, lo cual puede generar que la manera en la que yo esté expresando amor no sea la misma en la que mi pareja lo necesita y viceversa.

    Si, por ejemplo, para mí es importante recibir un abrazo al llegar a casa y lo que recibo es un regalo material, podré sentirme agradecida/o por ello pero quizás no amado porque estaré necesitando algo distinto según mi lenguaje y experiencia vital.

    Psicólogos especializados en Madrid

    Desde Psicalma podemos acompañaros tanto en terapia individual, familiar o de pareja en aquello que necesitéis a través de profesionales especializados en ello. Teniendo en cuenta las diferentes etapas, experiencias y aprendizajes que se han desarrollado a lo largo de la vida de la persona para comprender lo que ocurre en el presente y las relaciones que se establecen.

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