Las vacaciones
Cuando llegan las vacaciones suele ser un momento esperado y deseado, en el que depositamos algunas expectativas sobre cómo van a ser y en el que anhelamos poder tener un tiempo de descanso y tiempo libre.
Como ya adelantamos, aquí entra en juego un papel clave como es el ocio y tiempo libre, un derecho reconocido por las Naciones Unidas (puedes leer más sobre esto en «Merezco o tengo derecho a estas vacaciones«).
Sin embargo, lo que encontramos al conectar con ese período de descanso no siempre se ajusta con lo que esperábamos o nos gustaría.
Relaciones en verano
Disminuir el tiempo que dedicamos al trabajo suele dejarnos más tiempo para invertirlo en la pareja, por ejemplo, al pasar más tiempo juntos de convivencia.
Esto no dejan de ser cambios que se producen en la rutina habitual y, cuando hay problemas pendientes que aún están por resolver, pueden precipitar la aparición de conflictos.
Relacionado con esto, en los meses de verano el número de rupturas aumenta, no por las vacaciones en sí, si no por lo que suponen estos cambios cuando previamente la estabilidad de la relación se estaba viendo alterada y no fue atendida.
Las personas casadas viven más
Aunque lo exploraremos con mayor profundidad en otro artículo, es importante tener en cuenta que uno de los focos de estudio que ha recibido y recibe atención en Psicología es el impacto que tienen nuestras relaciones en nuestro sistema inmune. De este modo, las personas que se encuentran casadas y su relación es satisfactoria viven 4 años más que las que no.
De este modo, las tensiones constantes en nuestras relaciones generarán un malestar significativo que es importante atender y así poder reconducir hacia el bienestar de los miembros de la pareja.
Señales de que hay conflictos que requieren atención
Aunque cada relación es única y necesita una atención individualizada, hay algunas señales que pueden saltar algunas alarmas sobre conflictos que requieren atención:
- No querer llegar a casa
- Usar el trabajo para evitar compartir espacio y tiempo con la pareja
- Sensación de tensión constante con la otra persona
- Explosiones de ira o enfado (gritos, etiquetas “eres…” o amenazas con dejar la relación, entre otras)
- Falta de intimidad emocional y/o sexual
Terapia psicológica en pareja en Madrid
Atender estos conflictos es fundamental para reconducir la relación de pareja, ya que si no puede ocurrir lo que en Psicología se denomina procesos de escalada, en los que las discusiones van incrementándose y adquiriendo formas que son más desagradables e hirientes, lo que generará heridas mayores.
Desde Psicalma contamos con profesionales especializados que pueden ayudaros, acompañándoos en el proceso y estableciendo unos objetivos realistas en vuestra relación en terapia de pareja.
También contamos con procesos individuales y familiares para poder atender de la forma adecuada la necesidad que exista.