(claves para identificar vínculos que ya no funcionan)
La forma en la que se expresa o se siente el amor puede ser única en cada persona. Sin embargo, pese a que el amor es un fenómeno universal que está presente de una u otra forma en la vida de las personas, en ocasiones, estos vínculos formados también sufrirán rupturas.
Pese a que el amor es necesario, no es suficiente (recordemos el post donde hablamos del mito de el amor todo lo puede) y es por esto que, a veces, pese a que haya amor, la relación de pareja no puede continuar. En ocasiones, aunque la persona se plantea dejar la relación o cómo es su felicidad en ella, no abandona este vínculo. Hay que abordar desde un punto de vista psicológico qué tipo de apego establece esta persona y cómo está afectada su autoestima ya que, cuando una persona antepone una relación que ya no es adecuada a su propia independencia y amor propio, es probable que se encuentre en una relación dependiente y, por tanto, con la autoestima afectada negativamente (necesito del otro para sentirme suficiente, no podría afrontar separarme de esta relación con él/ella, el sentimiento de vacío u abandono sería para mí demasiado grande…)
Esto significa que no siempre que una relación de pareja se acaba es sinónimo de que las personas ya no estén enamoradas o de que el amor (de pareja) se haya terminado, sino que tras haber intentado resolver las diferencias presentadas de formas adecuadas y/o tras haber buscado ayuda psicológica las personas se han dado cuenta de que juntas ya no suman más que por separado.
Es normal que aparezcan dificultades en las relaciones o problemas puntuales que han de resolverse pero hay ocasiones en las que estos problemas no pueden ser solucionados y la unión de las personas que conforman la relación empieza a generar un daño que no puede ser reparado.
Hay distintas formas de daño psicológico y emocional que pueden estar apareciendo:
- AUTOESTIMA:
Un ejemplo de que la autoestima, la valoración que haces de ti, está afectada es cuando crees que, pese a que te esfuerzas para que la relación funcione, sientes que es culpa elque las cosas no están bien, atribuyes a tu persona la responsabilidad de lo que ocurre en una relación: quizás es que no estoy siendo suficiente para mi pareja…
- AUTONOMÍA:
En lugar de compartir las experiencias mutuas y construir una realidad común, un miembro de la pareja renuncia a sus propias necesidades para cubrir las de la otra persona y, aún así, hay veces que se puede llegar a percibir como que lo que hace no es suficiente.
- VALORACIÓN:
No sientes que la otra persona valora quien eres, admira tus logros y te apoya en ellos de forma que puedas sentir que esa unión puede darte fuerza. En ocasiones la pareja puede además de infravalorar tus méritos intentar superponer los suyos, esto puede ocurrir cuando hay un desajuste emocional que se intenta compensar a través de la rivalidad.
- ESTABILIDAD:
Pese a que, como se ha expuesto anteriormente, es normal que puedan surgir dificultades en las relaciones de pareja, estas han de ser puntuales y resueltas (es decir, que no se repitan en el tiempo y se dedique un espacio para hablar sobre lo ocurrido), cuando la estabilidad está afectada suele haber períodos cíclicos que se dividen en buenos y otros que son generadores de un gran malestar. En Psicología se utiliza la metáfora de estar anestesiado/a en estos períodos buenos ya que, parece que no hay problemas y que todo fluye tal y como nos gustaría hasta que esa etapa (que suele ser breve) se acaba y aparece otra en la que la persona se siente mal y su estado de ánimo se vuelve especialmente negativo.
También es importante tener en cuenta que, cuando la persona no es feliz en la relación o no se siente realizada pero intenta evitar afrontar la situación (por ejemplo: no se ve capacitada para abordar una ruptura), se ha de pedir ayuda ya que puede convertirse en una situación aún más complicada a medida que pasa el tiempo por distintos procesos psicológicos que se abordan en consulta. Pedir ayuda es también aprender a cuidarse a uno mismo.