¿Qué es el sexo y qué es la sexualidad?
En nuestra sociedad el sexo no es solo la capacidad de reproducirse sino que es un concepto psicológico más complejo en el que se ponen en marcha las relaciones entre personas. A través de estas las personas manifiestan su identidad o incluso pueden expresarse de un modo diferente, ya que pueden tener tantos significados como personas que los acepten y compartan.
La sexualidad es algo que abarca incluso más que el sexo, ya que no solo tiene en cuenta los comportamientos psicológicos y las relaciones sexuales (todo lo que en estos se manifiesta), sino que además abarca:
– la orientación sexual,
– la identidad propia y del otro,
– los cambios que van a ir produciéndose en nuestro propio cuerpo,
– las actitudes con los demás y con nosotros/as
– y, entre otras cosas, una de las más significativas que es la intimidad propia y compartida
La intimidad es sentir que estás en un lugar seguro donde puedes hablar casi de cualquier cosa, que eres una persona válida así tal y como eres y donde hay aceptación mutua.
Sin embargo, en nuestra sociedad actual pese a que el sexo y la sexualidad están presentes, existe un gran tabú que, aunque va disminuyendo poco a poco, favorece una serie de mitos y tabúes alrededor de ellos que aumentan los factores de riesgo en cuanto a:
–la salud sexual: ITS, ETS, relaciones sexuales de riesgo, abusos sexuales…
-y el desconocimiento: no saber protegerse frente a distintas infecciones o enfermedades, dificultad para conseguir medidas protectoras (por ejemplo, muchos adolescentes no saben que existen centros donde pueden conseguir preservativos o información sexual gratuita) o saber expresar sus deseos o necesidades sexuales a la otra persona.
Algunos de los distintos mitos quizás pueden ser más conocidos pero es probable que aún tengamos otros aprendidos erróneamente como verdaderos que son iguales de falsos que los primeros:
– creer que sólo si hay penetración es una relación sexual completa: hay relaciones sexuales diferentes pero no existe el término relaciones sexuales completas
– aceptar que sólo si hay eyaculación la relación sexual ha sido satisfactoria: en ocasiones, la eyaculación tiene más que ver con un componente psicofisiológico que con un componente placentero
– la propia palabra consolador para referirnos a un juguete erótico: para que no haya que consolarse hay que aumentar la comunicación con tu pareja sexual
Para comprender este desconocimiento hemos de tener en cuenta que, a lo largo de nuestra historia en Occidente, el sexo se veía como algo prohibido y por lo que ser castigado. Así, de estas creencias fueron derivándose roles de género que fueron dificultando el aprendizaje del sexo y la sexualidad, por lo que la falta de información, en contradicción de lo que pudieran imaginar, hizo que las personas tuviesen más problemas sexuales.
Pueden aparecer disfunciones sexuales como el deseo sexual inhibido, las disfunciones eréctiles, la eyaculación precoz… Esto hace que disminuya el placer en las relaciones sexuales, y como estos mitos están influidos por la sociedad, los hombres cuentan con grandes exigencias a las expectativas del rendimiento sexual y las mujeres en cómo expresan su sexualidad.
En terapia pueden trabajarse no solo estas disfunciones sexuales, sino deconstruir los aprendizajes que pueden traer frustración y sufrimiento. Además, se trabaja en la identidad descubriendo y aceptando su sexualidad, favoreciendo una mayor calidad de vida y bienestar.