Phineas Gage es un hombre cuyo caso está muy estudiado desde el campo de las neurociencias, ya que lo que le ocurrió supuso un hito científico para las ciencias que estudian la neurobiología y el comportamiento humano.
Phineas era un ciudadano nacido en Estados Unidos que se encontraba trabajando en un proyecto para la construcción de una vía de ferrocarril. Este hombre, se caracterizaba por ser respetuoso con los demás, tener buenas habilidades para relacionarse con otras personas y con un gran sentido de la responsabilidad. Un día, cuando estaba en su jornada laboral sufrió un accidente que cambiaría su vida, una barra de hierro de 1 metro de largo atravesó su cerebro en la zona del lóbulo prefrontal. Ante este suceso, la gente creía que Phineas habría muerto pero, sin embargo, esto no sucedió así. Phineas Gage fue sometido a diferentes exámenes médicos para evaluar sus funciones cognitivas y motoras, sin encontrar aparentemente daños en ellas, por lo que, unas semanas después, fue dado de alta. De este modo, Phineas trató de retomar las actividades que hacía anteriormente, como ir a trabajar o estar con su familia. Sin embargo, cuando Phineas volvió ya no era el mismo, aquellas particularidades que le caracterizaban (como la amabilidad o la responsabilidad) ya no estaban y fueron sustituidas por otras como la impaciencia, la inconstancia o la agresividad, teniendo problemas económicos y adictivos.
- ¿Qué explicación tenía esto?
En el accidente, su lóbulo frontal se vio atravesado, lesionando la corteza prefrontal ventromedial bilateral y la corteza orbitofrontal izquierda. Es decir, sufrió daños en una zona del cerebro encargada de aspectos como la motivación, la conducta o relaciones en el medio social.
- ¿Qué impacto generó en la comunidad científica?
Antes de conocer este suceso, se creía que el lóbulo frontal era una estructura que no tenía funciones en el funcionamiento del individuo. Tras el accidente y numerosas investigaciones posteriores, se desestimó esa hipótesis y se descubrieron funciones del lóbulo frontal con implicaciones muy importantes. Algunas de ellas como:
- Área social y relaciones interpersonales.
- Control de impulsos.
- Estructura de la personalidad.
- Área emocional: como la regulación emocional.
- Funciones ejecutivas: involucradas en estrategias cognitivas, por ejemplo, en la resolución de problemas.
Finalmente, Phineas perdió su trabajo y sus relaciones se vieron altamente alteradas, así como su personalidad y sus emociones, entre otras afecciones.
El cerebro humano es un órgano de una gran complejidad, con diferentes áreas de funciones específicas, elaboradas y complejas que no se desarrollan al mismo tiempo. Este órgano del ser humano es el que más tardará en madurar.
En relación con esto, cuando los niños son pequeños no tienen el cerebro formado, si no que este lo hará con el tiempo y, según la región, sus características serán particulares. La corteza prefrontal será la que más tardará (pasados los 20 años de vida), pues se encarga del comportamiento más complejo del ser humano. Esto puede favorecer que, a veces, el comportamiento de los adolescentes o infantes pueda resultar complicado de comprender o gestionar.
Se puede trabajar tanto en el asesoramiento de esas etapas evolutivas como en aquellos casos donde se ha de intervenir específicamente en funciones implicadas en esa área con el fin de favorecer su funcionamiento o compensar su déficit.