Redes sociales

Redes sociales: ¿cómo afectan a nuestro cerebro?

Medios de comunicación y sociedad

Los medios de comunicación, a lo largo de la historia, han ido evolucionando de una manera en la que cada vez ofrecen una mayor interacción por parte de la persona que se encuentra en ellos.

Por ejemplo, hubo un tiempo en el que podíamos ser observadores de la información (al leer un periódico o al escuchar la radio) y no tanto emisores del mensaje. De este modo, entrenábamos una atención sostenida en el tiempo a través de la lectura o la escucha.

Sin embargo, años más tarde podíamos también interactuar emitiendo mensajes, a través de los teléfonos y más adelante a través de las redes sociales. Estas han ido abarcando cada vez más áreas, desde una comunicación escrita hasta poder utilizar nuestra imagen. Teniendo en cuenta que cada una de ellas requiere un entrenamiento distinto, podemos ir entendiendo el impacto a nivel psicosocial que van a generar en las personas y en su funcionamiento.

Algunos de estos efectos psicológicos son:

  • Mayor sensación de apoyo social con el uso de las redes sociales
  • Interacciones positivas que pueden contrarrestar algún efecto negativo
  • Mayores síntomas de ansiedad y depresión
  • Mayor comparación social con efectos negativos sobre la autoestima

Redes sociales ¿generan cambios en el cerebro?

Siguiendo con lo anterior, en los últimos años se han realizado estudios que indican que el uso de las redes sociales impacta en las funciones del cerebro e incluso en algunas estructuras:

  • Dificultad en la atención sostenida (por ejemplo, anteriormente lo que poníamos en marcha para leer un periódico no genera lo mismo que ver vídeos breves en redes sociales como Tik Tok).
  • Dificultad para filtrar información irrelevante al realizar múltiples tareas (por ejemplo, utilizar distintas redes sociales mientras estás en paralelo con otras actividades)
  • Menor espacio para la autoreflexión. Se han reducido los espacios donde podemos hacernos preguntas internamente sobre cómo me siento o reflexionar sobre alguna situación que me ha ocurrido, ya que estamos con nuestra atención orientada a múltiples estímulos que ocupan nuestra mente, limitando el espacio para la reflexión y nuestras funciones psicológicas.

Cerebro y dopamina

La dopamina es un neurotransmisor esencial en el cerebro que está involucrada en funciones cruciales como: motivación, atención, regulación emocional, control de impulsos y recompensa, entre otros. La alteración de esta con el uso de las redes sociales ha sido objeto de estudio, donde se ha visto relación con la alteración en:

  • Control de impulsos y toma de decisiones
  • Alta estimulación en los circuitos de recompensa del cerebro: es decir, antes para obtener un nivel de estimulación determinado se requería un nivel de estímulos mayor al que se requiere tras el uso de las redes. Por ejemplo, si para mí antes dar una vuelta con mis amigas era algo que me producía motivación suficiente como para repetir ese plan, si mi umbral está alterado, necesitaré más estimulación para llegar a sentir esa motivación.
  • Toma de decisiones: hacia recompensas más rápidas, menos elaboradas.
  • Cambios en la densidad de la materia gris: en algunas áreas del cerebro como la corteza prefrontal, que se encuentra implicada en el razonamiento y toma de decisiones, por lo que estas pueden verse afectadas.

Terapia psicológica en Madrid

Es cierto que en la etapa vital de la adolescencia las redes sociales pueden adoptar un papel protagonista y en el que es especialmente importante hacer un uso adecuado de ellas, ya que cumplen con un importante papel en la comunicación entre iguales pero también pueden convertirse en un factor de riesgo, tanto en el desarrollo del cerebro como en el perjuicio de la salud mental. Sin embargo, además de esta etapa adolescente, pueden influir en cualquier persona que las utilice. Puedes prestar atención a alguno de estos signos:

  • Excesivo tiempo utilizando el móvil y/o redes sociales.
  • Sensación de desconexión o poca conciencia de lo que estás haciendo.
  • Utilizar el móvil y/o redes sociales para evitar pensar o sentir determinadas emociones.
  • Miedo a perderse algo de lo que está ocurriendo y no estar conectado.
  • Comparación con los otros y/o tristeza con los logros propios.

Si te sientes identificado/a con alguna de estas señales es importante que puedas pedir ayuda. Desde Psicalma contamos con profesionales especializados que pueden acompañarte en el proceso.

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