Qué es el Síndrome del Impostor:
Es probable que recientemente hayas escuchado o leído sobre el síndrome del impostor, especialmente en aquellos momentos en los que la persona comienza la etapa laboral diciendo algunas frases como “tengo la sensación de que se van a dar cuenta de que no sé hacer este trabajo” o “es como si no mereciese estos resultados” incluso “siento que estoy estafando a la otra persona” a pesar de sus logros. Es en estos momentos donde algunas personas suelen responder: “eso es el síndrome del impostor” pero ¿es esto verdaderamente así? ¿de qué se trata?
El síndrome del impostor no está recogido en el DSM-V, es decir, no tiene un reconocimiento oficial como un trastorno psicológico en los manuales diagnósticos, si no que se trata de un fenómeno estudiado en Psicología y en la literatura científica.
Este término apareció con las psicólogas Pauline Clance y Suzanne Imes en 1978, quienes lo investigaron con el objetivo de comprender por qué aunque la persona obtuviese resultados y pruebas exitosas aparecían ideas, emociones y sensaciones desagradables. Aunque sus estudios estuvieron enfocados a las mujeres, posteriormente se ha recogido que este fenómeno puede afectar a todos los géneros.
De qué forma aparece:
El síndrome del impostor puede manifestarse de distintas formas, tanto en pensamientos, emociones, sensaciones o sentimientos.
A continuación, aparecen algunos ejemplos:
- Pensamientos: Como aquellos que dudan acerca de las propias habilidades, “yo no sé si esto se me da bien realmente…”
- Externalizar el éxito: atribuir a algo externo el logro el resultado positivo. “El que saliese bien fue cuestión de suerte…”
- Internalizar el fracaso: “Cualquier persona podría haberlo hecho…”
- Emociones desagradables como el miedo (“se van a dar cuenta de que no soy bueno/a en esto)o la culpa (“en esto fallé, no sé cómo pude…”).
Cuál es su origen psicológico
Es importante tener en cuenta que las personas, en algunas situaciones, podemos tener algunos pensamientos o emociones desagradables, especialmente cuando nos encontramos en situaciones nuevas o que por diversas razones pueden ser más difíciles para la persona. Sin embargo, el síndrome del impostor hace referencia a una mayor intensidad, frecuencia y/o duración de este malestar.
Además, aunque se ha visibilizado mucho el plano laboral, este no tiene por qué ser el ámbito, o el único ámbito, en el que aparezca.
Estas sensaciones y creencias sobre uno mismo se hacen visibles a través del síndrome del impostor y son el resultado de otros aspectos psicológicos afectados de la persona, entre los que se encuentran:
- Heridas emocionales: existen distintos tipos de heridas emocionales que se relacionan con esas heridas que se originaron en los vínculos. Un ejemplo podría ser el haber recibido críticas por alguien de nuestro entorno.
- Perfeccionismo clínico: el perfeccionismo clínico es aquel perfeccionismo aprendido para protegerse de la sensación de rechazo, evitando así la sensación de “no ser adecuado/a”.
- Comparaciones sociales: la comparación social es un mecanismo que forma parte del ser humano. Sin embargo, cuando esta comparación es la estrategia principal o la única y además ha sido utilizada como constante en competencia con otras personas, la percepción de uno mismo puede verse muy afectada negativamente.
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Estas son solo algunas características y aspectos que influyen en el síndrome del impostor, sin embargo, existen muchas más que han de evaluarse y comprenderse en la historia individual de la persona, ya que solo yendo a la raíz del problema podrá comprenderse y solucionarse. Además, será importante tener en cuenta que la autoestima suele estar también afectada, por lo que la persona podrá vivir también su relación consigo misma de una forma en la que esta sea más amable y compasiva. Si quieres iniciar un proceso terapéutico o crees que puedes estar necesitándolo, desde Psicalma escogeremos al profesional más adecuado para ti y especializado en lo que necesites.