El suicidio continúa siendo una de las principales causas de muerte no solo en España, si no en el mundo, siendo más frecuente en hombres y presentando las mujeres más intentos autolíticos.
El suicidio está acompañado del desconocimiento, el tabú y los mitos establecidos en la sociedad que dificultan su prevención.
Cuando se habla sobre suicidio, siempre es importante aclarar una de las principales ideas erróneas que suelen aparecer, como ya indicamos con anterioridad cuando hablamos sobre “Detección y prevención de la conducta suicidad para familiares, pareja y amigos/as”, y es que: las personas con ideación o conducta suicida no quieren morir, lo que anhelan es dejar de sufrir.
A continuación, se exponen distintos mitos que se encuentran presentes en nuestra sociedad y que fomentan falsas ideas sobre el suicidio, haciendo más improbable que la persona pueda buscar o encontrar ayuda. Algunos de estos son:
- “La persona que quiere suicidarse no lo diría”
FALSO. La mayor parte de las personas que se suicidan verbalizan su propósito y la otra parte (1 de cada 10) trató de señalar sus intenciones. Lo que erróneamente se etiqueta como “llamada de atención” en realidad puede ser un mecanismo desesperado.
- “Si quisiera acabar con su vida escogería un método letal para hacerlo”
FALSO. De hecho, el método elegido tiene más que ver con cuestiones culturales que con la intensidad del sufrimiento percibido.
- “Si hablas sobre suicidio se puede fomentar la idea”
FALSO. Este mito suele encontrarse con una frecuencia elevada y es un importante factor de riesgo para la población, no hablar sobre suicidio mata. Hablar sobre suicidio puede ser la única posibilidad en la que el otro pueda pedir ayuda, reduciendo el peligro y la probabilidad de cometerlo.
- “Tras una crisis suicida no se vuelve a hacer”
FALSO. Durante los 3 meses siguientes a esta primera crisis suicida alrededor de la mitad de las personas consumaron el suicidio.
- “El suicidio no se puede evitar, ocurre de forma inesperada”
FALSO. Existen una serie de síntomas nombrados como Síndrome Presuicidal que pueden ser identificados y actuar de forma preventiva para que este no ocurra.
- “El que se suicida es porque no ha sido suficientemente fuerte”
FALSO. Este mito equipara el acto de suicidarse con una cualidad de la personalidad, señalando que la persona “es” de una forma determinada, lo cual es completamente erróneo ya que el suicidio no tiene nada que ver con aspectos como la valentía o la fortaleza, pues estas no miden la decisión de continuar o no con la vida. Además, aquello que se “etiqueta” como propio de la persona genera una limitación, ya que un comportamiento sí se puede cambiar mientras que algo que uno “es” no.
Estos son solo algunos de los mitos, entre muchos otros, que se encuentran presentes hoy en día en la población, los cuales se fomentan entre sí y favorecen su difusión, generando un daño social que puede atentar contra la vida de las personas. Desde el espacio terapéutico abordamos estas cuestiones y situaciones, trabajando en ello y aportando un conocimiento no solo científico si no humano.