Estrategias de afrontamiento

Estrategias para afrontar situaciones que nos dan miedo

Algunas veces las personas pueden encontrarse en un momento de su vida en el que tengan que afrontar situaciones con las que no se sienten especialmente bien o a gusto con estas. Hay veces que esto puede ser algo puntual o, sin embargo, puede estar convirtiéndose en algo que, progresivamente, se está haciendo común en su día a día. Cuando este malestar invade su vida, es adecuado que la persona pida ayuda psicológica.

Existen, además, estrategias psicológicas que pueden ayudar a resolver estas situaciones para poder afrontar esta situación concreta. Antes de exponer tales estrategias, hay que tener en cuenta por qué puede estar ocurriendo esto.

El cerebro manda una serie de mensajes de los que a veces ni siquiera la persona en su día a día es consciente, ya que pueden ser mensajes “subliminales” que se esconden detrás de otros pensamientos “aparentemente no tan dañinos”. También puede ocurrir que estos mensajes formen parte de un discurso interiorizado que ha sido normalizado y que está generando malestar psicológico.

Por esto, antes de utilizar esta técnica es importante detectar:

  1. Qué tipo de pensamientos están apareciendo antes de la situación
    • Por ejemplo: no sé qué hago aquí… no voy a ser capaz de hablar con él
  2. Cuáles aparecen al comenzar a enfrentar la situación
    • Por ejemplo: mi voz está temblando… qué estoy haciendo…
  3. Durante el transcurso de la situación
    • Por ejemplo: lo mejor es que me vaya… estoy haciendo el ridículo
  4. Tras haber finalizado
    • Por ejemplo: al final huí de allí… cómo he podido hacerlo tan mal, esto es horrible  

Puedes hacer una lista en una hoja donde apuntes qué pensamientos aparecen en estas ocasiones, puede que algunos hayan pasado desapercibidos en otros momentos.

Una vez realizado este ejercicio, la persona ha ser consciente de cómo estos pensamientos pueden dificultar sus logros.

Ejemplo: si continuamente escuchas ”te vas a caer”, posiblemente te acabarás cayendo ya que tu atención está dirigida a buscar evidencias para que eso pueda ocurrir.

A este efecto se le llama en psicología profecía autocumplida, algo de lo que hablaremos próximamente.

Una vez recogida esta información, se ha de reconstruir los automensajes que aparecen y, para facilitar este proceso, existen una serie de pasos:

  1. AUTOMENSAJES PREVIOS A LA SITUACIÓN

    Hay que elegir qué mensajes van a ayudar a prestar a atención a la decisión por la que estás afrontando esta situación.

    • Por ejemplo: es cierto que esta situación no me es cómoda pero sé que puedo hacerlo y no voy a dejar que mi miedo me engañe

  2. AUTOMENSAJES AL INICIO DE LA SITUACIÓN

    Estos mensajes han de dirigirse a que aumente la sensación de control de la situación.

    • Por ejemplo: me he preparado para afrontar esta situación, lo estoy haciendo y estoy orgulloso/a de ello

  3. AUTOMENSAJES EN MOMENTOS DIFÍCILES

    Estos mensajes han de impulsarse a no abandonar la situación y a dirigir la atención a que esto va a pasar.

    • Por ejemplo: esto no es agradable pero tampoco es terrible, no hay nada eterno y yo sigo aquí, superándome

  4. AUTOMENSAJES AL TERMINAR LA SITUACIÓN

    Una vez terminada la situación haya habido éxito o no, siempre ha de reconocerse el hecho de haberse afrontado a algo que da miedo y si ha habido algún avance, por pequeño que sea.

    • Por ejemplo: He sido capaz de no dejarme llevar por mis pensamientos negativos, eso no había ocurrido antes… he sabido darme instrucciones que me han hecho sentir mejor… eso ya es haber progresado mucho

No siempre es fácil afrontar situaciones que pueden hacer sentir incómoda a la persona, por esto es importante llevar a cabo una serie de pasos que puedan facilitarlo. Si da miedo, hacerlo con miedo y pedir ayuda cuando sea necesario.

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