TOC ¿y ahora qué?

En ocasiones, acuden papás y mamás a consulta tras haber recibido su hij@ un diagnóstico de TOC. Muchas veces, es difícil que un adulto entienda en un primer momento qué significa esto al recibir la información, pero esto puede ser aún más complejo cuando lo recibe un infante o adolescente. En ocasiones, estos papás o mamás llegan sin que les hayan sabido explicar qué significan estas siglas, en qué consiste o cómo actuar, por lo que esto es una tarea pendiente que solemos rescatar en terapia. En esta ocasión, vamos a exponer el TOC desde una explicación sencilla y con el objetivo de que los adultos puedan hacerse una idea para comprender lo que ocurre y tener algún recurso añadido en la comunicación con su hij@ al recibir esta noticia y/o como paso previo a la terapia, donde podrá adquirir una comprensión mayor y, progresivamente, más completa y compleja.

El primer paso es acudir a una terapia infanto-juvenil para poder ayudar tanto a l@s hij@s como a sus padres/madres a entender qué ocurre y cómo proceder.
Las siglas TOC hacen referencia a Trastorno Obsesivo Compulsivo, es decir, un trastorno que se caracteriza por experimentar repetida y persistentemente obsesiones, compulsiones o ambas.

  • Obsesión: Contenidos (pensamientos, ideas, imágenes, dudas, sensaciones o impulsos) que se repiten, que no son deseados, que pueden aparecer sin ser llamados y que generan malestar.
    ⇒ Se puede identificar con la metáfora de un altavoz.
  • Compulsión: Son los comportamientos que se llevan a cabo para intentar deshacerte de la obsesión, prevenir que esta aparezca y/o disminuir el malestar que se produce. Estos pueden ser observables o no.
    ⇒ Se puede identificar con la metáfora de un ritual.

Por ejemplo, imagina que tu cerebro te manda este mensaje: “Puedo enfermar si tengo suciedad en el cuerpo, no me gustaría enfermar porque me encontraré mal, entonces voy a ducharme para evitar que esto ocurra”. Entonces, para que esto no suceda, te duchas y te sientes mejor a corto plazo. Sin embargo, ocurren algunas cosas en el cerebro que dificultan esto, entre estas se encuentran:

  1. Separador: Imagina tu habitación y las cosas que hay en ella. Posiblemente hay cosas que tengan una mayor importancia, pero probablemente todas están cumpliendo, en mayor o menor medida, una función, has podido separar previamente lo que sirve de lo que no. Ahora piensa que todas las cosas que pasasen por tus manos las acabases guardando en tu habitación por no poder diferenciar si son útiles o hay que tirarlas. En el TOC este separador está afectado y le es difícil diferenciar a) qué pensamientos tienen una utilidad, b) qué pensamientos tienen solo algo de cierto (se puede utilizar una parte) y c) cuáles hay que ignorar o no tomarlos en serio. Al estar este separador afectado, hay pensamientos que pueden hacer mucho daño aunque no exista un peligro real o solo exista una parte de verdad en ellos.
  2. Marcador: imaginemos que el cerebro tiene un marcador cuando algo ya se ha realizado, en este caso este marcador se encendería al ducharnos. El TOC no avisa al cerebro de que ya está hecho, es como si este marcador se quedase apagado, por lo que la persona dedicará mucho tiempo a lavarse cada zona, revisará si cerró con llave la puerta o, por ejemplo, dudará de si leyó cada frase del documento que firmó, por lo que lo releerá varias veces (esto entre otros muchos ejemplos y opciones).

Ahora con esta explicación simple, ya podemos acercarnos un poco más a un concepto psicológico para entender, en el siguiente nivel, un nivel de complejidad mayor sobre lo que significan estas siglas. Desde la terapia psicológica se trabajan herramientas para poder controlar de nuevo estos pensamientos y comportamientos y, reducir de una forma eficaz, este malestar para poder vivir con una buena calidad de vida.

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