Lo más difícil del duelo

Lo más difícil del duelo: lo que nadie te dice

El proceso de duelo

El proceso de duelo es algo doloroso pero también necesario. Es ese proceso en el que transitamos emociones, momentos y situaciones que son complejas para poder darle un nuevo lugar a la pérdida de lo que ha sucedido.

Es un ciclo natural y emocional que atravesamos y que no solo tiene que ver con la muerte, aunque por supuesto también con esta, sino también con todo lo que surge tras una ruptura o una pérdida.

Como señalábamos con anterioridad, es un proceso no un estado, lo que significa que se transita en el tiempo.

Es especialmente importante poder transmitírselo de una forma ajustada a los más pequeños, te dejamos más en Cómo acompañar en el duelo a los más pequeños.

Algunas etapas presentes en el duelo

Al ser un proceso que se transita en el tiempo, el duelo implica pasar por distintas emociones que, en ocasiones siguen un orden pero que no siempre sucede de esta manera.

Este proceso implica integrar esta pérdida con el recuerdo y significado que queramos y podamos darle, por lo que esto implica un gran ejercicio de poder transitar y colocar distintas cosas.

Es frecuente conectar con emociones como la negación, la culpa, la tristeza, también con la ira y con la aceptación, entre algunas otras. Te dejamos más en El duelo como proceso sanador

Cambios tras el duelo

Sin embargo, uno de los planos más complejos, sin duda, es el de poder rehacer tu rutina y tu vida tras la pérdida.

En las rupturas con vínculos que son importantes, en ocasiones también puede implicar alejarte de otras personas que compartían tiempo y espacio en tu vida (familia política o amistades de la pareja, por ejemplo).

En otro tipo de duelos, también pueden verse afectadas nuestras rutinas, proyectos y la forma en la que se ve el futuro. Esto no significa que solo suceda en las grandes cosas, sino también en pequeños hábitos como momentos compartidos en la mañana o un sitio en la mesa.

Hay en ocasiones en las que también puede ir acompañado de esos cambios en los proyectos como viajes cancelados, mudanzas o cambios en la vivienda.

Es fundamental entender que puede aparecer con estos una sensación de confusión y vacío esperable, especialmente en personas que hayan sido cuidadoras y han invertido gran parte de su tiempo en el cuidado.

Terapia psicológica en Madrid

Como decimos, el proceso de duelo es dilatado en el tiempo, lo que significa que es esperable transitar distintas emociones y momentos a lo largo de este.

A continuación, te dejamos algunas señales para poder detectar si puede estar ocurriendo algún problema específico en el duelo que puede complicar su proceso natural. Cuando el sufrimiento no disminuye con el tiempo, interfiere con la vida cotidiana o se vuelve desproporcionado, hablamos de duelo patológico (también conocido como duelo complicado o prolongado).

  • Tristeza profunda y constante que no mejora con el tiempo, ni siquiera un poco.
  • Dificultad para aceptar la pérdida, incluso meses después.
  • Culpa excesiva o autorreproche que impide avanzar.
  • Aislamiento social extremo o pérdida total de interés por actividades que antes generaban placer.
  • Pensamientos recurrentes de muerte, no solo de la persona fallecida, sino deseos de «irse con ella» o no seguir viviendo.
  • Negación prolongada, como actuar o sentir que la persona aún está viva mucho tiempo después de su partida.
  • Incapacidad para retomar la vida diaria, como trabajar, estudiar o relacionarse.

Desde Psicalma podemos ayudarte con nuestras terapias psicológicas y talleres, gracias a nuestro equipo especializado que te acompañarán en este camino.

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