Psicología y medicación

ESTIGMA DE LA MEDICACIÓN EN SALUD MENTAL

Hace algunas décadas aún se creía que el hecho de haber recibido medicación implicaba una prueba de haber tenido un trastorno mental o que esto significaba un fracaso en la vida personal de quien lo recibiese. Así, a la situación que estaba viviendo esa persona, se veían sumadas algunas emociones como la vergüenza o el aislamiento por las reacciones del entorno social. Por esto, cuando alguien necesitaba de los profesionales de Salud Mental, la consecuencia más inmediata era ocultarlo, tanto la persona como su familia, hasta convertirse en verdaderos secretos familiares.

A lo largo de la historia, a veces se han evitado o incluso ignorado los signos de sufrimiento emocional y psicológico, esto ha podido ser por 2 razones:

  1. Por desconocimiento sobre cómo podrían acceder a un tratamiento adecuado
  2. Por miedo al estigma, es decir, miedo a ser marcado socialmente

Existe, por tanto, un estigma asociado históricamente que hay que romper. Primero vamos a definir qué es el estigma: “atributo o comportamiento del estigmatizado como algo inaceptable e inferior, que le genera invariablemente sentimientos de vergüenza, humillación y rechazo”.

Esta situación generaba un gran malestar y sufrimiento, ya que debido a este estigma o al ocultamiento de la problemática, la persona reducía sus encuentros con otras personas, por lo que su grupo social se veía más reducido.

El desconocimiento de los trastornos mentales o de la función de la Psicología y la Psiquiatría hoy día se va reduciendo, pero la realidad es que sigue muy presente. Estas falsas creencias nos hacen entender por qué aún hoy en día cuando se pauta una medicación psiquiátrica el/la paciente busca información sobre efectos secundarios, cómo actúa este fármaco, si puede o no generar dependencia… que no buscará cuando tiene que acudir a su doctor/a de cabecera por otro motivo que no sea mental.

Algunos mitos se han reducido pero, sin embargo, han sido sustituidos por otros.

Por ejemplo, hay 2 creencias erróneas populares que son:

  1. Sólo necesitan medicación los casos más graves
  2. Una vez traspasada la frontera de ser medicado/a ya no se puede regresar a un estado normal sin ella

Algo que permite entender rápidamente esta problemática es que, en ocasiones, en las Unidades del Dolor de los hospitales utilizan medicación pautada también desde la Psiquiatría, sin embargo estos medicamentos (que pueden ser los mismos que otros recetados por un psiquiatra) son tomados sin miedo ni preocupaciones añadidas. Aquí se observa cómo el estigma está influyendo solo por estar recetados en un espacio o no de Salud Mental.

Entonces, ¿se necesita medicación siempre?

La respuesta es clara, NO siempre se necesitará medicación para los problemas psicológicos. De hecho, el tratamiento de primera elección (es decir, el señalado como primera opción para tratar el problema o trastorno) en la mayoría de los casos es el de terapia psicológica y, en los casos que no es así, es porque el tratamiento de primera elección es la terapia psicológica acompañada de tratamiento farmacológico.

¿Cuándo hay que utilizarla?

Para acompañar una terapia psicológica de un tratamiento farmacológico, lo que se ha de tener en cuenta es que en aquellos casos donde la sintomatología o el malestar del paciente sea tan elevada que esté interfiriendo con la terapia, será necesario la intervención de un profesional de Psiquiatría para que pueda evaluar y pautar medicación si así lo considera necesario. En ocasiones hay distintas problemáticas o trastornos que necesitan ser acompañados de medicación porque el desajuste fisiológico en la persona interfiere negativamente en su vida, así como hay otras ocasiones en las que el malestar desborda tanto a la persona que le impide poder trabajar en sesión, ya que el nivel de síntomas, problemas cognitivos o emocionales, entre otros, lo dificultan.

Es decir, el tratamiento farmacológico puede ser incorporado por razones muy variadas. El objetivo en la mayoría de ocasiones es introducir un fármaco que permita trabajar psicológicamente con la persona y logre una mayor estabilidad, para después progresivamente eliminarlo y que el sujeto pueda continuar sin este apoyo, así como también llegará el alta terapéutica.

¿Cuál es el problema actual con la medicación?

El problema que existe en nuestro Sistema de Salud actual es que las plazas PIR que existen (es decir, el número de psicólogos/as en la Seguridad Social) es muy reducido, por lo que aquellos pacientes que requieren de este servicio (cuyo número es muy elevado y cada vez aumenta más) no pueden acceder a él y son derivados a Psiquiatría, cuyo servicio cada vez se encuentra más colapsado. Es por esto que en ambos lugares el tiempo que pueden dedicar a los pacientes es mínimo y bajo condiciones que no son óptimas para un tratamiento. Así, hay veces que algunas personas utilizan los fármacos para reducir los síntomas que están teniendo como consecuencias de problemas de salud mental que no se estarán abordando, ya que la medicación podrá reducir estos síntomas solo a corto plazo y no trabajarán la problemática subyacente.

Es fundamental poder trabajar en un entorno donde los profesionales puedan dar un servicio de calidad, así como realizar una adecuada evaluación y tratamiento para poder contar con la ayuda de otros profesionales siempre que sea preciso.

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