Con anterioridad se habló sobre la asertividad y los diferentes estilos de comunicación como son:
- ESTILO PASIVO: tiende a la inhibición, es decir, no comunica lo que siente, piensa o necesita. Anteponen las necesidades de los demás a las suyas, por lo que no respetan sus propios derechos.
- ESTILO ASERTIVO: expresa lo que siente, piensa y/o necesita hablando desde el “yo” y respetando tanto sus derechos como los de las otras personas.
- ESTILO AGRESIVO: anteponen su postura a la de los demás, e incluso, pueden utilizar un lenguaje verbal o físico agresivo, irrespetuoso.
Estos estilos de comunicación no son 3 estilos aislados si no que es un continuo en el que el estilo agresivo y pasivo se encuentran en los extremos y el estilo de comunicación asertiva se encuentra en el centro. Cada situación requerirá un grado diferente de asertividad pero la clave es moverse próxima a esta, ajustándose a la situación.
Los derechos asertivos son aquellos que defienden nuestras necesidades y deseos frente a los demás de una forma sana y su fundamento se encuentra en la dignidad del ser humano, esto es, son aquellos derechos que posees por el hecho de ser persona.
Estos derechos están definidos y listados, algunos de ellos son:
- Tienes derecho a cometer errores: los errores forman parte de la vida de las personas, no de su valía, y son necesarios para el aprendizaje. Puedes cambiar el ¿por qué ha tenido que pasar esto? Por un ¿para qué me sirve esto?
- Tienes derecho a no justificarte ante los demás: a veces podemos sentir que “estamos obligados” a justificar nuestras acciones o decisiones personales con el fin de que otras personas lo aprueben. Sin embargo, en ocasiones con un “no, gracias” es suficiente.
- Tienes derecho a pedir algo que quieres o necesitas: en ocasiones se puede experimentar alguna dificultad para solicitar algo a alguien. Sin embargo, cuando se realiza una petición no se obliga a la otra persona a aceptarlo, pues es su derecho decidir qué hace con tu petición y no dependerá de ti, el solicitarlo sí.
- Tienes derecho a sentir y expresar el dolor: las personas podemos sentir dolor, es algo común en el ser humano y tienes derecho a sentirlo así como a comprender de dónde viene. Expresarlo puede ayudarte a gestionarlo mejor y a poner palabras a aquello que te ha generado malestar. Es por esto por lo que tienes derecho a comunicarlo ante a aquellas personas que son importantes para ti si lo necesitas.
- Tienes derecho a ignorar los consejos de los demás: cuando alguien nos da un consejo, aunque sea con una intención positiva, lo que te está transmitiendo es algo en base a sus ideas y lo que le ha funcionado en su experiencia, no una ley verdadera, por lo que, aunque agradezcas su consejo, tienes derecho a incorporarlo o a rechazarlo.
- Tienes derecho a recibir halagos o reconocimientos por una tarea bien realizada o por un logro: algunas veces hay personas que sienten emociones relacionadas con la vergüenza al recibir un cumplido o un sentimiento de “impostor”, como si no merecieran esas buenas palabras. Sin embargo, tienes derecho a recibir felicitaciones por ese éxito y reconocerte las cualidades positivas que pusiste en marcha para lograrlo como, por ejemplo: el esfuerzo o la creatividad.
Es importante tener en cuenta que todas las personas compartimos estos mismos derechos, por lo que defender los propios no ha de entrar en conflicto con los de los demás.
Es normal que al principio pueda resultar extraño construir nuestra comunicación desde el estilo asertivo, sin embargo, la asertividad posee la característica de que se desarrolla a través del entrenamiento, por lo que al aumentar la cantidad de veces que la usamos, nuestra sensación de familiaridad con ella aumenta y nos sentimos más competentes al estar en un entorno más respetuoso con los demás y con uno/a mismo/a al usar nuestros derechos.
Si percibes que tienes dificultad para establecer límites o expresar tus necesidades, desde Psicalma podemos ayudarte con nuestras terapias individuales.