Tabú de la amistad

El tabú de la amistad

El origen de los vínculos en psicología

Desde que nacemos estamos en contacto con diferentes personas que van a ser importantes en nuestra vida. En nuestros primeros momentos nos rodeamos de nuestra familia, quienes van a ser un elemento verdaderamente significativo en cómo nos relacionamos con el mundo, con los otros y con nosotros/as mismos/as.

Además, en nuestros primeros años de vida también comenzamos a estar en contacto con otras personas de nuestra edad, especialmente cuando empezamos la escuela infantil o el colegio. Ya en estas primeras etapas vamos adquiriendo distintos roles o etiquetas como: <<ella es la sociable de la clase>>, <<él es el tímido del grupo>>, <<ella es la líder>>…

Cuando comenzaban las primeras relaciones, a diferencia de la etapa adulta, estaban muy condicionadas por el lugar donde nos encontrábamos, lo que a veces podía percibirse como algo genial y una gran felicidad cuando estábamos con personas que eran muy afines a con nosotros/as o una sensación de soledad y encierro cuando la persona no se encontraba cómoda en el cole o en la clase.

La educación emocional:

En la infancia esta forma de vincularse estaba también ligada a aquellas habilidades sociales con las que el niño contaba o había tenido la oportunidad de aprender, lo cual le iba a facilitar poner límites, pedir ayuda y relacionarse con los demás, entre otras cosas.

Estas primeras relaciones van generando un mapa en nuestro cerebro sobre los vínculos y la amistad, elaborando ese terreno que no siempre tiene por qué ser cómodo pero sí es una zona que resulta conocida.

Aquí la educación emocional tiene un papel fundamental, pues da al menor la oportunidad de aprender a relacionarse, de mostrarse y aceptarse a sí mismo, de identificar sus emociones… Sin embargo, aunque hoy en día aún es una tarea pendiente, hace unos años aún era menos frecuente hablar y recibir una adecuada educación emocional, cada uno hacía lo que podía con lo que le había funcionado a sí mismo/a…

¿Se pueden reparar los daños psicológicos en las relaciones?

Si durante los primeros años se acumularon diversas experiencias desagradables con los demás, esto puede evolucionar hacia unas dinámicas en los vínculos futuros que generarán malestar y daño pero que pueden ser modificados en un proceso de terapia.

En la etapa adulta se tienen oportunidades diferentes pues ya no se depende tanto del contexto donde uno se encuentra (escuela, colegio o trabajo) para poder socializar con personas y generar relaciones de amistad pues, además de pertenecer a un número mayor de entornos (trabajo, estudios, actividades, lugares que frecuentas, redes sociales…) también hay una mayor escucha para atender lo que necesitas, responsabilizarse de esas amistades y existe mayor número de oportunidades para aprender esas herramientas con las que poder relacionarte con los demás.

En terapia observamos a muchas personas adultas que quieren ampliar o generar un nuevo círculo de amistades en las que tener relaciones significativas, seguras. Sin embargo, es un tema que en ocasiones puede costar hablar en el día a día, pues a veces uno puede temer no ser comprendido o ser señalado por el tabú que existe sobre las rupturas en la amistad en las que, en ocasiones, tampoco se ejerce una adecuada responsabilidad afectiva.

Dinámica sobre el círculo de la amistad:

Te invitamos a que realices el siguiente ejercicio para que tomes un momento de reflexión sobre tu círculo de amistades y tus necesidades actuales.

Dibuja en un papel algo como esto:

En el círculo pequeño es donde estás tú, puedes poner tu nombre o “YO”. En el siguiente sitúa a las personas que se encuentran más cercanas a ti con un color, y en el siguiente círculo aquellas que están presentes pero un poco más alejadas. Puedes hacer esto con tantos círculos como consideres.

Con otro color pon aquellas que te gustaría que estuviesen en un círculo o en otro o, incluso, qué tipo de personas te gustaría que estuviesen en esa área. Por ejemplo: personas con las que perciba que predomina la confianza, la generosidad, la empatía… etc.

Terapia psicológica en Madrid:

Desde Psicalma te invitamos a que, si crees que algo de lo que expusimos con anterioridad resuena contigo y puedes estar necesitando ayuda, preguntes por nuestras terapias individuales, grupales o talleres para acompañarte en este proceso y poder vivir de una forma diferente las amistades y los vínculos.

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